Las vacaciones de Semana Santa están a la vuelta de la esquina y seguro que ya estás pensando en tu plan. ¿Te apetece ir a tantos destinos que no sabes por cuál decidirte? En esta ocasión apostamos por Europa y 4 ciudades irresistibles para una escapada.
LISBOA
La nostalgia fluye por las rúas de una ciudad que siempre parece lejana. Lisboa pertenece a otra época, la que marcan sus vías estrechas y sus miradores, su cielo y su océano.
La ciudad de los tranvías amarillos es perfecta para una escapada desde España, así que si te preguntas si es posible visitar Lisboa en un fin de semana la respuesta es sí.
En el centro de la ciudad, por ejemplo, podemos admirar la Baixa y las colinas que la rodean. Desde este emplazamiento podemos contemplar el Elevador de Santa Justa, situado al oeste del barrio. Este ascensor, que sirve para comunicar dos barrios del centro de Lisboa, se ha convertido en una de las atracciones turísticas más populares de la zona. Las vistas del centro desde su plataforma más alta son muy recomendables.
La Plaza del Comercio es una preciosa explanada abierta al río Tajo que alberga en los edificios de fachadas amarillas que la rodean las sedes de varios ministerios. Es centro de reuniones para los lisboetas. Desde allí tenemos unas excepcionales vistas del río y su orilla sur. Si seguimos la calle por la que discurre la línea del llegaremos a la Catedral románica de Lisboa, y en unos pocos minutos podremos estar en la parte más alta de la colina para contemplar el Castillo de San Jorge y su extraordinario mirador.
Entre el Castillo y el río tenemos el barrio de Alfama: cuna del fado formado por un serpentín de callejuelas pequeñas y retorcidas y casas típicas coronadas por tejados rojizos por las que es un placer perderse y callejear. En este barrio, en el que los azulejos también cobran un protagonismo especial, es imprescindible visitar alguno de los muchos miradores que nos ofrece esta ciudad, como el de Santa Luzia o el de Largo Portas do Sol.
No puedes terminar tu viaje en Lisboa sin subirte a uno de sus famosos tranvías, símbolo de la ciudad y uno de los transportes preferidos para llegar a barrios como el de Belém, en el que podrás ver el Monasterio de los Jerónimos, una joya arquitectónica ineludible, al igual que la Torre de Belém, un icono inconfundible que rememora la era de los descubrimientos y que, al igual que el Monasterio, es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
PARÍS
“Siempre nos quedará París”. En busca de amor, cultura, bohemios cafés… París es siempre una buena opción de viaje de las que alimentan el alma. Es famosa por sus bulevares flanqueados de monumentos, por sus museos repletos de tesoros, sus bistrós clásicos y sus casas de alta costura. Te detallamos a continuación algunas de las mejores cosas que hacer en París:
- La Torre Eiffel. La joya de la corona de los edificios de París es aún más espectacular cuando la ves de cerca. A pesar de las habituales e interminables colas, merece la pena subir, así como contemplarla por la noche.
- Río Sena. Una de las cosas más románticas de París es hacer un pequeño crucero por el Sena. Podrás admirar sus vistas desde una perspectiva única.
- Museo del Louvre. Refleja el papel protagonista de Francia como potencia económica y cultural de Europa, y recoge los mejores frutos de la actividad coleccionista y de mecenazgo promovida por sus clases dirigentes a lo largo de varios siglos. Gracias al poder de la Dinastía Borbón y de Napoleón Bonaparte, a campañas arqueológicas y a posteriores adquisiciones, cuenta con colecciones de obras de arte provenientes de civilizaciones, culturas y épocas variadas. Contiene alrededor de 445 000 piezas, de las que 35 000 están expuestas. Una de las más famosas, la Gioconda.
- Arco del triunfo y campos Elíseos. Rebosan pompa grandeza. El barón Haussmann reestructuró el paisaje urbano parisino alrededor del Arco de Triunfo, del que salen una docena de avenidas. La más famosa es la de los Campos Elíseos, rodeada por tiendas de lujo.
- Sacré-Coeur y Montmartre. Las sinuosas calles de Montmartre, jalonadas de edificios cubiertos de hiedra, conservan un encanto de cuento de hadas. Coronado por la basílica del Sacré-Coeur, Montmartre es el barrio con más pendientes y plazuelas de la ciudad. Muestra de ello son las excepcionales vistas de las que presumen, sobre todo desde dentro de su cúpula.
- Catedral de Notre Dame. Se trata de uno de los edificios más señeros y antiguos de cuantos se construyeron en estilo gótico. La edificación de esta imponente catedral empezó en el año 1163 y no terminó hasta en el año 1345. Y aunque actualmente su interior se encuentra cerrado al público tras el terrible incendio acontecido en 2019, sí es posible admirar su belleza desde fuera.
AMSTERDAM
La ciudad de los canales y las bicicletas. Ámsterdam nos ofrece un patrimonio que merece la pena visitar. No solo por su fascinante arquitectura, sino por la importante oferta cultural que atesora, con museos repletos de obras de grandes maestros, clásicos y contemporáneos, y una increíble diversidad de cocinas junto con algunos de los locales nocturnos más rompedores de Europa.
La mejor manera de conocerla es perderse por su centro histórico, el barrio de Jordaan, los canales y el parque más popular de la ciudad, Vondelpark, perfecto para pasear y hacer un picnic. La plaza Dam Esta es la más popular de la ciudad, está rodeada de importantes edificios como el Palacio Real y la Iglesia Nueva que también te recomendamos visitar.
En cuanto a museos, los más destacados son el Rijksmuseum, el Museo Van Gogh, el sorprendente Moco Museum, la estremecedora Casa de Ana Frank o el Straat, el primer museo de arte callejero del mundo.
Los mercados son un lugar fantástico donde mezclarse lugareños. Encontrarás una gran variedad para comprar recuerdos o comer. El de Albert Cuyp es el más famoso, pero también hay otros como el Bloemenmarkt, el mercado de flores flotantes, o el Dappermarkt, que merece la pena ver.
No puedes marcharte de Ámsterdam sin visitar el Barrio Rojo, conocido por su animada vida nocturna, en el que las tiendas alternativas son las protagonistas, además de algunos de los coffee shops más conocidos de la ciudad.
CRACOVIA
Una atmósfera especial envuelve las bonitas calles y plazas de esta antigua capital que nos ofrece una cautivadora mezcla de historia y arquitectura. Desde la enorme Rynek Glowny, la mayor plaza mercado de Europa, al magnífico castillo de Wawel, situado en una colina sobre el casco antiguo, toda la ciudad resulta fascinante. Basta con añadir el antiguo barrio judío de Kazimierz y su animada (y barata) vida nocturna para entender por qué Cracovia es un destino de visita obligada en esta Semana Santa.
Su centro histórico fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1978. Por ello, la primera experiencia obligada es sumergirse en su pasado a través de los museos del señorial castillo de Wawel y de la catedral real, gótica y testigo de numerosas coronaciones y funerales de monarcas y dictadores polacos. La Basílica de Santa María, una llamativa iglesia de ladrillo rematada por dos torres de altura dispar que ofrecen excelentes vistas de la ciudad, es otro de los monumentos que debes visitar.
Cracovia ha sobrevivido a una intensa historia de guerras, conflictos e invasiones, y muestra de ello es la enorme oferta de museos que puedes visitar. La conmovedora visita al campo de concentración y exterminio nazi de Auschwitz, es una de las excursiones desde Cracovia más imprescindibles. Aunque sabemos que un campo de concentración no es un lugar agradable, creemos que debe ser una visita obligada para concienciarse de las atrocidades que allí se cometieron.
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